Hacia el Desarrollo Neurológico

Desde el primer mes de vida hasta alcanzar el año de edad, nuestros pequeños inician un emocionante viaje en la primera fase de estimulación temprana, enfocada en su desarrollo neurológico. En este punto, comenzamos a explorar y cultivar sus sentidos, así como a fortalecer cada uno de sus músculos.

Este camino se inicia con hitos importantes como el rodar (en el grupo de preparación al gateo), luego el sentarse (en el grupo de los sentaditos), seguido por el gateo (en el grupo de gateadores) y finalmente dando sus primeros pasos en este mundo que los espera con amor y cuidado (en el grupo de caminantes). Todo este proceso se lleva a cabo con la presencia constante y el apoyo amoroso de mamá y papá.

A medida que nuestros niños crecen, llega el momento de separarse de sus padres y el entorno familiar para comenzar a explorar el mundo de manera más independiente. En la etapa de los Exploradores, o de desapego, los niños participan en actividades de aprendizaje a través del juego en períodos cortos, dentro de un entorno seguro que proporciona las reglas y límites necesarios para su desarrollo integral.

Con el tiempo, estos períodos se extienden y se inculcan hábitos que formarán la base de su personalidad. Durante esta fase, los niños aprenden a controlar sus esfínteres, a concentrarse, a compartir, así como hábitos de higiene y alimentación independientes, entre otras habilidades, en el grupo de Maternal.

En esta etapa de desarrollo óptimo, se implementan estrategias diseñadas para ejercitar tanto el físico como el intelecto de los niños, así como para manejar sus emociones. Además, se introducen a la música, el arte y un segundo idioma para enriquecer su experiencia.

Al finalizar esta fase, los niños participan en una ceremonia simbólica que marca su preparación para ingresar a la educación preescolar, donde seguirán el plan educativo establecido por la Secretaría de Educación Pública durante tres ciclos.

Además de estas actividades, se promueve la interacción con actividades que se centran en el desarrollo de competencias y de inteligencias múltiples.

Todo esto se lleva a cabo dentro de un entorno seguro y agradable que permite a los niños desarrollarse de manera autónoma e independiente. Además, se brinda orientación a los padres y abuelos a través de charlas, cursos y atención personalizada para mantener un enfoque unificado en la formación de los niños.

Para impulsar este modelo innovador, contamos con directivos comprometidos, asesoría externa de profesionales y un equipo docente preparado y entusiasta. Todos estamos convencidos de que la educación es fundamental en la construcción de una sociedad sólida, y en CEDEMO nos comprometemos a formar personas con conocimientos, habilidades y valores arraigados en el compromiso y el amor.